La forma en la que las series de manga y anime son concebidas hacen que de verdad nos transmitan todo tipo de sensaciones: tensión, sufrimiento, miedo o hasta los más oscuros sentimientos que tengamos guardados. Y los japoneses son expertos en ello, convirtiendo la representación y extrapolación de sentimientos en una característica y sello de casa de la animación japonesa.
Área 88 (OVA, 1985)
En este tenor y de la mano de Kaoru Shintani nos llega Área 88, serie de acción militar y aeronaves publicada en formato manga desde 1979 hasta 1986 en las páginas de la revista semanal Weekly Shōnen Big Comic.
La versión en anime consta de una serie de tres OVAs lanzados a mediados de los 80s; este proyecto corrió a cargo de Studio Pierrot (los mismos de Naruto y Beelzebub). En el año 2004 se lanzó una segunda versión animada de Área 88, ahora en formato de serie para televisión, con doce capítulos en su haber y, como han de imaginar, haciendo uso de técnicas de animación más modernas.
Al final, las dos versiones de la serie nos cuentan la misma historia, aunque en la versión OVA se encuentra más condensada, haciendo (favorablemente, desde mi punto de vista) a un lado los arcos argumentales que de alguna manera no tienen tanta importancia en la trama central de Área 88.
La historia de Área 88 nos cuenta las aventuras de Kazama Shin, un joven piloto japonés que se dedica principalmente a los aviones comerciales, pero que por azares del destino se ve obligado a formar parte de un grupo de mercenarios para el reino de Aslan, una nación del Medio Oriente que se encuentra en medio de una cruenta guerra civil.
Para salir de este escenario, cualquiera que forme parte del grupo de mercenarios debe cumplir como mínimo tres años de servicio militar o pagar 1.5 millones de dólares, para con ello comprar su libertad y poder salir de lo que denominan como Área 88.
Kazama Shin no está dispuesto a pasar los tres años confinado, pero tampoco cuenta con el dinero para pagar su propio rescate, así que termina orillado a formar parte de un equipo de pilotos de aviones caza.
Paralelamente, vemos como en Japón el “mejor amigo” de nuestro protagonista busca la manera de conquistar a la prometida de nuestro protagonista, no importando lo que tenga que hacer en el proceso… como por ejemplo, hacer que con engaños Shin firme para voluntariamente enrolarse a las filas de Área 88.
Aviones, máquinas de guerra y acción
Avanzando en la historia de este clásico anime conoceremos a varios miembros de esta fuerza de defensa de Aslan, con pilotos y personajes de diversas nacionalidades: rusos, norteamericanos, vietnamitas, japoneses, etcétera. La crema y nata de los pilotos en un solo lugar.
Pero como en toda guerra, los que al final sufren más son los que sobreviven; así, Área 88 nos hace enfrentarnos con cuestiones morales que conlleva cualquier guerra.”¿Por qué mato?”, “¿en qué me he convertido?”, “¿la vida de los demás de verdad tiene precio?”, son algunas de las preguntas que se hacen estos pilotos después de formar parte de sendas y crueles batallas aéreas.
Área 88 funciona también como un fiel reflejo de conflictos que han marcado la historia de la humanidad, guerras sin sentido como la de Vietnam, donde el hombre se ve obligado a realizar lo que de otra forma no haría. El anime también retrata de excelente manera los problemas psicológicos y el trauma posterior que genera este tipo de experiencias, haciendo que muy pocos sobrevivientes puedan regresar a tener una vida normal después de vivir tales batallas.
Y sí, las batallas aéreas son el punto fuerte de este anime y lo que de verdad lo hace tan disfrutable. Para la época, la animación de las combates, los diseños de los aviones, armas, equipo y personajes era de altísima calidad. Cualquiera que se sea conocedor o fanático de aeronaves de combate reconocerá fácilmente los modelos reales de aviones que son presentados en los OVA de Área 88, desde el F-14 (Tomcat), F-4, Mir, Harrier y un largo etcétera de tecnología con alas, hélices y cañones que desfilará ante nuestros ojos. Es un agasajo ver en pantalla todos estos modelos clásicos representados fielmente en el anime.
A esto hay que agregarle lo pulidas y bien logradas de las secuencias animadas de enfrentamientos aéreos en Área 88, cuidando hasta el último detalle y sumergiendo al espectador en el mundo ficticio que tiene enfrente. Podemos ver diversas tomas dinámicas y variadas que abarcan el procedimiento de despegue de estos aviones, un excelente diseño de cabinas e interiores, alucinantes secuencias de vuelo y el remate con un sinfín de misiles, armas y todos los chunches que traen consigo estas máquinas voladoras. Detalles que colocan a Área 88 como una joya preciosista dentro de la animación japonesa.
Por si fuera poco, la banda sonora que acompaña a Área 88 es de verdad recomendable. Melodías más cercanas al rock instrumental o hasta al heavy metal ochentero engalanan las frenéticas batallas en los cielos de Aslan. Baladas y melodías melancólicas también funcionan adecuadamente en los momentos más emotivos del anime, destacando en especial el primer ending vocal, que con sólo escucharlo uno se da cuenta que está ante una producción que no ha reparado en ofrecer lo mejor en cada departamento, incluyendo el de soundtrack. Una banda sonora que vale la pena conseguir para escucharse aún sin estar observando la animación de por medio.
Si bien es cierto que el diseño de personajes de Área 88 no es el más atractivo (sobre todo para los estándares actuales), el reparto de voces cumple su cometido y encaja casi siempre con los protagonistas de la historia para colaborar en el crecimiento de cada uno, así como de sus relaciones personales. El sonido también es más que adecuado, con explosiones, motores y todos los ruidos que podemos suponer que debe tener una guerra, si bien la tecnología usada ya muestra su edad y por momentos se escuchan ciertos sonidos huecos o apagados, esto responde más al paso del tiempo que a otra cosa.
En conclusión, Área 88 es una serie de anime clásica que no deben dejar pasar, una recomendación para los experimentados de la animación japonesa y también para aquellos que comienzan a adentrarse en este mundo y buscan material que los enganche. En estos tiempos donde las tramas inverosímiles, extrañas, con clichés definidos, predecibles y hasta absurdas inundan el mercado, es bueno darse un momento para voltear a las producciones de antaño, con series menos complicadas, pero a la vez con mayor contenido humano.