La semana pasada se dio el estreno de Tron: Uprising, una serie animada de televisión basada en el universo que comenzó con la película Tron en 1982, donde se nos cuentan los sucesos que dieron lugar a una revolución en contra del tiránico mandato de Clu 2.0, quien busca establecer su dominio con mano dura en toda The Grid.
¿De qué trata Tron: Uprising?
El primer episodio de la serie, Beck’s Beginning, nos pone rápidamente en contexto todos los sucesos que se han dado en este universo, incluso pasando brevemente por lo sucedido en el cómic Tron: Betrayal, donde se nos cuenta la creación de la segunda versión de Clu, quién decide tomar el control y revelarse contra su creador, Kevin Flynn.
Al ver a su creador en peligro, Tron, el programa guardián de The Grid, le ayuda a escapar al mundo real, pero termina siendo desintegrado por su rival.
Es justamente después de estos sucesos que comienza Tron: Uprising. Sin guardián y nadie que pueda mantener el orden en The Grid, Clu se impone rápidamente con su búsqueda ideal del sistema perfecto eliminando por completo a los ISOs, programas que han aparecido espontáneamente sin ser programados, a quienes Kevin Flynn consideraba un milagro de su sistema.
Un joven programa llamado Beck es capturado por un ser misterioso que lo cuestiona por usar la insignia de Tron, el programa desaparecido. Este joven es un rebelde que ha decidido tomar cartas en el asunto porque la represión del ejército de Tesler, mano derecha de Clu, ha llegado al extremo de exterminar varios programas sin piedad, incluido uno de sus mejores amigos.
Su levantamiento comienza cuando vuela en mil pedazos uno de los monumentos con los que ha llegado la armada a invadir su hogar en Able’s Garage, el sitio donde son creados todos los vehículos que corren por el sistema y donde, hasta aquel momento, Beck trabajaba como un programa de mantenimiento junto con sus demás compañeros en Ciudad Argón.
Esta acción inmediatamente lo pone en la mira del ejército de Tesler, lo que lo lleva a una persecución al más puro estilo clásico de las light-cycles, que prácticamente son como el sello de la franquicia. Nuestro protagonista pone todas sus habilidades al límite para intentar escapar y justo cuando parece salir bien librado, sale a su encuentro la femme fatale de la historia, Paige, una soldado de la Guardia Negra, el equipo de élite de Clu y la fuerza más letal de su armada; sobra decir que Paige resulta ser un enemigo de lo más feroz que incluso llevará su primer encuentro hasta las alturas, donde es finalmente capturado por un extraño.
Éste escucha pacientemente las palabras de su rehén, sin quitar ni un ápice de cuestionamiento acerca de sus razones, como buscando el más mínimo titubeo de sus acciones. Sin embargo, Beck responde acertadamente a todos los acosos de su captor, quien finalmente se libra de su atuendo oscuro para mostrarse como Tron.
El guardián caído sólo estuvo probando el temple y la determinación del joven para prepararlo y convertirlo en su sucesor.
La batalla contra Clu casi lo destruyó por completo y ha quedado muy frágil para poder ponerle solución a este caos él mismo, así que necesitará que Beck decida tomar la responsabilidad de ser el nuevo pacificador del sistema.
La duda y el miedo asaltarán entonces al futuro nuevo pacificador, pero lo que Beck ha comenzado no terminará tan fácil y tendrá que asumir las consecuencias de sus heroicos actos.
Primeras impresiones
Así es como comienza Tron: Uprising. Está de más mencionar que no es algo que no se haya visto antes. Todo el argumento apunta de nueva cuenta al libro que prácticamente se ha convertido en el know how de muchos escritores alrededor del mundo: El Héroe de las Mil Caras, de Joseph Campbell.
Todo comienza con una decisión y después de eso no hay marcha atrás. La opresión de un imperio y el maestro que cederá la estafeta a nuestro protagonista son líneas que ya hemos leído en muchas ocasiones y en diversos medios. Todo pareciera indicar que lo único que podría hacer a esta serie algo digno de verse es el estilo visual que presenta.
En la producción de esta animación se hace lujo de todo el potencial visual que el concepto de Tron fue puliendo de a poco desde el videojuego Tron 2.0, el cómic Tron: Ghost in the Machine y finalmente lo que fue Tron: Legacy, la película, de donde se toma definitivamente todo el estilo y ,de cierto modo, el ligero modus vivendi que podrían tener los programas dentro de este sitio artificial.
Al mismo tiempo, el diseño de los personajes es versátil y dinámico, y se recurre a una ligera estilización nipona en cuanto a los cuerpos alargados, llevándolos a la vida con la ya clásica técnica del cell shading.
Las secuencias de acción en Tron: Uprising están muy bien logradas y vemos un The Grid completamente destructible, quizá como no se había visto antes, pues hasta ahora la idea de que todo está dentro de una computadora nos había hecho creer que todo se renovaba constantemente o que incluso, tenía cierto aire de indestructible.
Las texturas son indefinidas y la dureza de las superficies se pone constantemente en duda hasta que los cuerpos las golpean frenéticamente en encuentros encarnizados, donde se hace lujo de coreografías que bien pueden competir con la de otras series norteamericanas como The Legend of Korra, pues a diferencia de otras producciones que comparten las mismas técnicas para la conformación de los personajes, estos cuentan con una construcción que les permite realizar movimientos espectaculares, pero más creíbles dentro de lo establecido.
Los juegos de luces son muy interesantes, y el alto contraste que se manejó desde la última entrega para la pantalla grande no cansa ni un poco. Esto muy posiblemente se deba a la meticulosidad que se ha invertido en el diseño de las locaciones en donde se llevan a cabo las escenas más importantes de Tron: Uprising. Espero que esto continúe así el resto de la serie, que se ha perfilado para contar únicamente con diez episodios, aunque sinceramente, no creo que en tan poco tiempo puedan conducir la trama hacia horizontes más interesantes.
La personalidad de los personajes también siempre ha sido algo muy conflictivo en el universo de Tron, porque no se supone que sean seres humanos. Sigo preguntándome, ¿de dónde le nace el libre albedrío a cada uno de los programas?, y es que en la producción cinematográfica de 1982 eso quedaba más que claro, ya que a los personajes programados por Kevin Flynn, como el primer Clu, se les otorgaba una personalidad más acartonada… al final de cuentas no deberían ser capaces de expresar emociones.
Por ahora, Beck’s Beginning es sólo solo el primer episodio de esta nueva serie animada, la cual definitivamente vale la pena sólo por espectáculo visual, con tanto que ver y disfrutar en pantalla, apenas percibirás los 30 minutos que dura cada capítulo de Tron: Uprising. Aunque la historia es algo que todavía se debe dejar madurar para que pegue con más fuerza.
Estén pendientes para las siguientes reseñas, en donde trataremos de encontrarle forma a esta historia que nos presenta Disney de manera tan ambiciosa.
2 comentarios
Me gusto como usaron la relación de aspecto de la pantalla para mostrar el pasado/vida real (4:3), y el grid/vida virtual presente-futuro (16:9)
Si, fue un buen gag respecto al tiempo que se llevan ambas obras. Esperemos que despunte en las siguientes ediciones.